Instalación de juegos planteada como un espectáculo vivencial de calle que propone al público de todas las edades ser protagonista de su propia historia, a través de un recorrido en la búsqueda de un gran secreto. Una experiencia personalizada, emocionante, intensa
e intransferible. Secretos no se puede ver, debe vivirse. (A partir de 7 años)