Elvis Presley protagonizó en 1973 el primer concierto de la historia retransmitido vía satélite a una audiencia de 1.500 millones de personas. Ahora, dos mujeres empoderadas y vestidas de Elvis Presley buscan su baño de multitudes hartas que pedir respeto, cariño y amor. Una pieza que habla de la necesidad de dos mujeres de ser valoradas en un mundo de hombres.